
Nuevos constructores de paz: Termina el primer diplomado en Memoria Histórica en Istmina, Chocó
- On 30 de septiembre de 2019
Istmina, Chocó, 21 de septiembre de 2019. Este fin de semana se celebró la clausura del primer diplomado de memoria para la construcción de una cultura de reconciliación y paz. Con diploma en mano y una gran sonrisa los 38 graduados que con gran dedicación estuvieron asistiendo desde el 18 de mayo, obtuvieron esta importante certificación otorgada por la Comisión de Conciliación Nacional, la Diócesis de Istmina – Tadó, la Universidad Santo Tomás – Colombia y con el apoyo de la Embajada Alemana.
El evento inició con una emotiva eucaristía en la que ya se podía ver la alegría de estas 38 maravillosas personas y continuó con la entrega de los diplomas donde no podía faltar una sesión de fotos como todo grado. El diplomado estuvo a cargo de Miguel Castillo y su asistente Edinson Tovar, quienes estuvieron a cargo de enseñar, mediar y promover el diálogo en las sesiones que se daban cada quince días, llenos de orgullo por cada uno de los graduados tienen la confianza que saldrán a promover la paz y reconciliación en su región y también en el país.
Asimismo, cabe destacar que una de las metas de este importante diplomado es la reconstrucción de un fragmentado tejido social que ha sido agredido desde hace más de 50 años por grupos al margen de la ley que han lesionado a muchas comunidades y que a pesar de los tratados que se hayan hecho, aún existen varias cosas sin resolver. La idea es que se pueda hacer memoria con los 38 graduados y que a partir de lo aprendido puedan narrar desde sus propias vivencias y las de su pueblo su historia de dolor y lucha, para que de esta manera se puedan vislumbrar todos esos hechos ocultos que permitan encontrar la paz para su región.
Como siempre, es fundamental una parte teórica en el proceso de formación del diplomado, pero no hay que dejar atrás la evolución personal de cada una de los individuos que asistieron a cada sesión, Miguel Castillo menciona que “este diplomado le brindó la oportunidad a los participantes de hacer esa experiencia significativa, ese proceso de catarsis, resiliencia y de fortalecimiento para seguir adelante con la consecución de la paz”, de antemano cabe decir que este proceso resiliente es largo y en muchas ocasiones doloroso, pero en ellos existe una motivación muy grande en búsqueda de la paz que no permite que desfallezcan.
Ahora bien, partamos de una pregunta, ¿quiénes son los verdaderos constructores de memoria? A grandes rasgos podemos destacar a los investigadores que con esmero buscan hilar cada punto de la historia, eso está claro, pero, no se puede dejar a un lado a las personas que viven en carne propia los hechos y que al mismo tiempo nos ofrecen una inmensa apertura a la realidad más clara, por eso estos 38 graduados son un gran orgullo nacional no solo porque demuestran un compromiso, sino porque son el futuro de esta memoria por la que luchan con esfuerzo para conseguir la paz en la que todos creemos.
Por otra parte, así como dijo alguna vez el papa Juan Pablo II: “La paz es un don de Dios y, al mismo tiempo, una tarea de todos.” Esto quiere decir que cada persona tiene la responsabilidad de construir memoria hacia la paz y la reconciliación, y en medio de estos rostros llenos de esperanza por un mejor mañana podemos encontrar que estos diplomados van bien encaminados hacia un mejor país. Finalmente, al hablar de esta experiencia Miguel Castillo menciona: “Tocar su realidad y compartir su realidad fue un encuentro personal, nos hizo sentir que lo que hacemos es de verdad importante”.