29. Afrouncas: Resiliencia en tiempos de guerra

OBSERVATORIO - CASOS - DIOCÉSIS DE YOPAL

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Lugar: Villanueva, Casanare.
Modalidad: Paz y Reconciliación, Memoria histórica.
Tipo: Antropológica y Estructural
Autores: Afrouncas
Participantes: Iglesia Católica y Asociación Afrocolombianos Unidos por Casanare Afrouncas
Otros: Mujeres víctimas de violencia sexual
Objetivo: 1) Construir resiliencia en mujeres víctimas de violencias sexuales por el conflicto armado; 2) Reconocer la capacidad que tienen las comunidades y las mujeres para superar las dificultades a las cuales han sido sometidas desde el reconocimiento para proyectarse, recuperarse y reconstruirse agracias a su propia experiencia
Timeline: Desde el año 2008 hasta la actualidad
Duración 15 años y en proceso de consolidación
Descripción de la experiencia

La violencia sexual en el conflicto armado en Colombia no es esporádica, aleatoria o inconexa, sino que constituye un acto enunciativo que “expresa ese poder de dominio y captura sobre cuerpos y territorios” (Segato, 2014, p, 6); así, la pregunta por el cuerpo adquirió un lugar ineludible para la comprensión de los patrones de ocurrencia de este delito, es por ello la necesidad de su definición: el cuerpo es un espacio material y simbólico en el que suceden procesos de construcción de significados, creación y resistencia (Butler, 2010), en el marco del conflicto armado, la violencia sexual sobre el cuerpo ha cumplido la función de expropiar el control de las personas sobre su propio cuerpo-espacio, en otras palabras, un ejercicio de “territorializar” a partir de una práctica de dominación, en ello radica la centralidad del mensaje de la violencia sexual, esto es, el control absoluto sobre el cuerpo de las víctimas de violencia sexual (Segato, 2004, p, 21).

La violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano ha tenido un carácter indistintamente estratégico por cuanto todos los actores armados la emplearon como una práctica de apropiación de cuerpos y de poblaciones que ha contribuido a reafirmar su autoridad en los territorios, puesto que “la violencia sexual que reitera la marca de apropiación sobre las víctimas emite un mensaje social que reclama la posesión de sus cuerpos y, por ende, la posesión del territorio” (Cardoso, 2011, p, 63); debido a las diversas trayectorias territoriales y temporales del conflicto armado, se han construido unos tipos ideales con el fin de analizar la expresión de la violencia sexual por parte de los actores armados en los diferentes escenarios constitutivos del conflicto (Weber, 1969); estos tipos ideales no pretenden describir la realidad tal cual sucedió, sino que se presentan como una abstracción con el fin de agrupar algunas características de la violencia sexual en el conflicto armado y tratar de identificar diferencias en los usos que tuvo esta modalidad de violencia, los cuerpos que ha afectado, los mensajes que busca emitir y los objetivos que con ella se han perseguido, en esta medida, el CNMH (2018), ha clasificado tres tipos de escenarios en los que se ha ejecutado la violencia sexual: 1) escenario de disputa armada; 2) escenario de control territorial y; 3) escenario intra filas.

Las mujeres víctimas de violencia sexual, en el marco del conflicto armado, han sido juzgadas o estigmatizadas, significando un impedimento para recibir apoyo de sus familias y/o comunidades en el proceso de denuncia y reparación en donde hasta se justifica la violencia sexual como parte de las “prácticas culturales” (CNMH, 2017); cuando el Estado no sanciona a los perpetradores y las comunidades y familias no repudian la violencia sexual, “se fortalece la idea de que no es necesario emprender alguna acción y que es tarea de las víctimas continuar sin dar trascendencia a lo vivido; la impunidad y la indiferencia contribuyen a que el sufrimiento se privatice y se observe la violencia sexual como algo cotidiano que puede ser cometido sin consecuencias y que los cuerpos de las mujeres sean vistos como algo prescindible y sin valor” (Corporación Sisma Mujer, 2011, pp, 41-42) Existe una pluralidad de formas de significar los hechos de dolor y sufrimiento; no obstante, ante la multiplicidad de experiencias, el sufrimiento adquiere un lugar central en las narrativas de las víctimas de violencia sexual en tanto revela las sensaciones y emociones del dolor que padecieron durante y después de los hechos violentos; el sufrimiento, además, adquiere una dimensión social al poner en escena lo que vivieron las mujeres y las respuestas de sus familias y entornos; así, la violencia sexual tiene la particularidad de afectar la capacidad de agencia, de voluntad de la víctima, en tanto es un ejercicio de pleno dominio del victimario sobre la víctima, por ello es factible decir que la violencia sexual se “dirige al aniquilamiento de la voluntad de la víctima” y se manifiesta en la pérdida de control sobre su cuerpo, el cual usa, domina, daña y legisla el agresor (Segato, 2004, p, 5).

En este contexto, experiencias como la de Yasmín Banguero (protagonista de este caso), víctima de violencia sexual y desplazamiento, representan la resiliencia en tiempos de guerra, “un día decidí por mí misma salir de esa habitación, entendí que tenía dos hijos por los cuales tenía que luchar, que no estaba sola, que lo que me había sucedido tenía que servirme para ser resiliente con otras mujeres; de esa manera, decido empezar un proceso en el cual invito a otras mujeres que estaban en el mismo proceso, que hiciéramos parte de un legado, de algo para ayudar a otras mujeres, y aquí es donde nace la obra de teatro Las Guapuchonas donde 12 mujeres colocamos en escena la historia vivida de cada una; el objetivo fue sensibilizar, ayudar a las personas con el lema: la voz de las que no tienen voz, para que las personas nos cuenten lo que han sufrido y que no han podido sacar, que lo guardan porque sienten vergüenza o temor de contar la historia”.

De forma trasversal, Yasmín Banguero, consolida la Asociación Afrocolombianos Unidos por Casanare Afrouncas, ubicada en el municipio de Villanueva del departamento de Casanare, la cual tiene como propósito fortalecer el trabajo social y comunitario con énfasis en la defensa, fortalecimiento y promoción de los derechos de la población afrovillanuevence colombiana, para promover, a la vez, la inclusión y apoyo a las víctimas del conflicto armado y de todo su accionar de etnodesarrollo; en palabras de Yasmín: “la Asociación se creó en el 2008 con una propuesta política, con mujeres afrodescendientes, para empoderarnos; ahí empezamos a defender nuestros derechos como mujeres víctimas de violencias, reformular los estereotipos y estigmatizaciones de las mujeres negras afrodescendientes, y generar espacios de reconocimiento y visibilización política”.

Estas acciones son un gran reflejo de la construcción de la resiliencia ya que demuestra la capacidad que han tenido estas mujeres de resistir a la destrucción en circunstancias difíciles, es decir, la capacidad de proteger su integridad física, biológica y psicológica para construir una vida positiva a pesar de los momentos difíciles, reconociendo que la resiliencia es un proceso entre el individuo y el entorno, donde no se es resiliente sola; así, la resiliencia en las acciones gestadas por Yasmín permiten reconocer la capacidad que tienen las comunidades para superar las dificultades a las cuales han sido sometidas desde el reconocimiento de los riesgos (estigmatización, abandono o dependencia) para así proyectarse, recuperarse, reconstruirse y transformar la vida para encontrar nuevos recursos y fuentes de significado.

Fuentes.

 Butler, J (2010), Cuerpos que importan, sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”, Buenos Aires: Paidós.

 Cardoso, E (2011), La Violencia Sexual contra las Mujeres en los conflictos armados, Revista para el Análisis del Derecho, 4, 23-19.

 Centro Nacional de Memoria Histórica (25 de Mayo de 2021), Observatorio de Memoria y Conflicto, Contando la Guerra en Colombia, Recuperado de http://micrositioscentrodememoriahistoricagovco/observatorio/.

 Centro Nacional de Memoria Histórica (2017), Informe Nacional Sobre Violencia Sexual, Bogotá: CNMH.

 Centro Nacional de Memoria Histórica (2018), Memoria Histórica con Víctimas de Violencia Sexual, Aproximación Conceptual y Metodológica, Bogotá: CNMH.

 Comisión de la Verdad; Memoria de Mujeres Colombianas (2013), La verdad de las mujeres Víctimas del conflicto armado en Colombia, Recuperado de http://rutapacificaorgco/documentos/tomo-Ipdf.

 Congreso de Colombia (18 junio 2014), Ley 1719 de 2014, Ley de víctimas de violencia sexual con ocasión del conflicto armado, Recuperado de http://wwwsecretariasenadogovco/senado/basedoc/ley_1719_2014html.

 Consejería Presidencial Para la Equidad de la Mujer (febrero de 2019), Mujeres Víctimas del Conflicto Armado, Recuperado de http://wwwequidadmujergovco/ejes/Paginas/mujeresvictimas-conflicto-armadoaspx.

 Segato, R (2004), Territorio, soberanía y crímenes de segundo Estado: la escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Brasilia: Serie Antropología, Departamento de Antropología, Universidad de Brasilia.

 Segato, R (2014), Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres, Puebla: Pez en el árbol.

 Wachholtz, A & Pearce, M (2009), Does spirituality as a coping mechanism help or hinder coping with chronic pain? Current Pain and Headache Reports, 13(2), 127-132 https://doiorg/101007 / s11916-009-0022-0.

 Weber, M (1969), Economía y Sociedad, México: Fondo de Cultura Económica.

Resultado
La labor de Yasmín Banguero y Afrouncas construye resiliencia en medio de la guerra donde hacer memoria de los hechos de violencia sexual en el conflicto armado, ha implicado reconocer las contradicciones y las ambivalencias que experimentan las mujeres en sus historias de vida; no solo se trata de las historias de sufrimiento y violencia que las víctimas han padecido, sino también del coraje, la valentía y la dignidad con las que ellas han resistido para vivir sus presentes, resignificar sus pasados y construir tejidos comunitarios para acompañarse y sanar el cuerpo y el espíritu.