26. Cultura de convivencia pacífica y democracia participativa en Casanare

OBSERVATORIO - CASOS - DIOCÉSIS DE YOPAL

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Lugar: Casanare.
Modalidad: Memoria histórica, Paz y Reconciliación.
Tipo: Antropológica, Ecológica, Teleológica y Estructural
Autores: Diócesis de Yopal, Iglesia Católica, Vicariato Apostólico de Trinidad yObispo Misael Vaca
Participantes: Corporación de Desarrollo y Paz de Casanare (CASADEPAZ), Cámara de Comercio de Casanare, Comisión de la Verdad en Casanare, Iglesia Católica
Otros: Comunidad en general del departamento del Casanare
Objetivo: Institucionalizar un programa de desarrollo humano integral y paz, sostenible, articulado a nivel nacional, regional y local, con la participación de todos los ciudadanos, instituciones y actores en conflicto, que permita dignificar la vida, desarrollar las actividades productivas y abrir espacios para producir la paz en el departamento de Casanare.
Timeline: Desde el año 2010 hasta la actualidad
Duración Trece años y en proceso de construcción
Descripción de la experiencia

El Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio figura como una de las experiencias más emblemáticas de paz que han emergido desde la sociedad civil en Colombia en los últimos 20 años; este programa nació a mitad de la década de 1990 en una de las zonas más conflictivas del país, en un contexto de crisis social y de agudización del conflicto armado en el Magdalena Medio (Molano, 2009); se pueden identificar fundamentalmente dos propósitos en su origen: como una forma de resistencia civil y de búsqueda de oxígeno en medio de la violencia y como una confluencia de intereses y preocupaciones éticas, políticas y sociales entre la compañía de petróleo Ecopetrol, su sindicato laboral (USO), y la Diócesis de Barrancabermeja, en torno a una de las contradicciones esenciales del Magdalena Medio: ¿por qué una región tan rica tiene tanta pobreza y violencia? Así buscaban diagnosticar las causas de la violencia y la pobreza en la región y visualizar posibles soluciones para la paz y el desarrollo (Barreto, 2015, p, 465).

Así, el PDPMM se ha consolidado como un programa multidimensional de construcción de paz desde la base, y configura un amplio conjunto de procesos sociales, culturales, económicos y políticos en el ámbito local y regional; además, busca construir la paz en sus múltiples aspectos e incidir sobre las distintas facetas de la violencia y su labor, junto a las comunidades de la región a favor de la paz, el desarrollo y la “democratización de la democracia local”, lo han transformado en un referente y un modelo de construcción de paz desde la base que se ha replicado en varias regiones del país, en el caso concreto, en Casanare, a través de otros programas de desarrollo y paz (PDP), tal como lo menciona Enrique Galán Roa (protagonista de este caso): “el primer programa que hubo es el que se hizo en el Magdalena Medio donde se trataba de darle un rol muy activo a la sociedad civil y a las organizaciones sociales y comunitarias como sujetos políticos para incidir en la formulación de sus propias expectativas de desarrollo humano y construcción de paz”.

En el caso de Casanare, en el año 2010 se constituyó las bases del Programa con el apoyo de la Iglesia Católica que, con la coordinación de Enrique Galán Roa, se formuló “el equipo que trabajó la formulación del Programa que llegó a varios municipios del departamento para entender cómo, por qué, cuál era la dimensión del conflicto y cómo afectaba la construcción de desarrollo y paz, observándose que no había un solo conflicto, sino que eran diversos conflictos de tipo social, ambiental, económico, y que muchos de ellos derivaban en formas violentas de solución”; de este modo, y luego de la consolidación de este Programa en el departamento, junto con la Diócesis de Yopal y el Vicariato Apostólico de Trinidad, se generó una entidad local que facilitara su gestión, tal como lo menciona Enrique Galán, “se creó la Corporación de Desarrollo y Paz de Casanare, cuya sigla es CASADEPAZ, que nació más o menos en el año 2013”.

El papel de CASADEPAZ y la Iglesia en Casanare, ha sido formular y ejecutar un Programa de desarrollo humano integral en armonía con la naturaleza, creando una cultura de convivencia pacífica que fortalezca el tejido social con respeto por los derechos humanos, transparencia, democracia participativa y gobernabilidad con justicia social en el departamento; así, su misión se direcciona a institucionalizar un programa de desarrollo humano integral y de paz, sostenible, articulado a nivel nacional, regional y local, con la participación de todos los ciudadanos, instituciones y actores en conflicto, que permita dignificar la vida, desarrollar las actividades productivas y abrir espacios para producir la paz; con estos objetivos explícitos, cumplen con las características de las iniciativas de paz desde la base, iniciativas locales de paz, o paz territorial (PAS, 2014), ya que sus acciones colectivas cuentan con una agenda orientada a lograr la paz, siendo entendidas como “procesos organizativos en torno a diversos valores constitutivos para la paz y la democracia, que son generados por comunidades, o conjuntamente por estas y las iglesias, dentro del territorio común en el que residen” (Hernández, 2004, p, 22).

El respaldo de la Iglesia en estos procesos, ha permitido generar propuestas frente a la situación de conflicto local y regional en Casanare, proponer una pedagogía de paz en las organizaciones étnico-territoriales, campesinas y población en condición de vulnerabilidad en general; por ello, se destaca el papel de la Iglesia en programas de desarrollo y paz porque ha consolidado una posición clara y objetiva desde el evangelio y, al mismo tiempo, una estrategia para crear escuelas de formación política y programas de democracia participativa, así como mecanismos de fomento de una democracia participativa local y regional, con miras a acercar a los ciudadanos a las instituciones y fomentar un nuevo modelo de relación entre gobernantes y gobernados (Pécaut, 1992).

Fuentes.

 Barreto, M, (2015), El Programa de desarrollo y paz del Magdalena Medio, ¿un modelo de construcción de paz para el post conflicto en Colombia? Papel Político, 20(2), 461-479 http://dxdoiorg/1011144/ Javerianapapo20-2pdpm.

 Barreto, M (2009), El Laboratorio de Paz del Cauca/Nariño: ¿una salida indígena para la paz en Colombia? En: Restrepo, J, & Aponte, D (Eds), Guerra y violencia en Colombia: herramientas e interpretaciones (pp, 545-585), Bogotá: Editorial Javeriana.

 Corporación Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, CDPMM (2005), Programa Laboratorio de Paz en el Magdalena Medio: Plan Operativo Global, II Fase 2005 – 2009, Barrancabermeja: PDPMM.

 Hernández, E (2009), Resistencias para la paz en Colombia, Experiencias indígenas, afrodescendientes y campesinas, Revista Paz y Conflictos, (2), 117-135, Recuperado de http://wwwredalycorg/articulooa?id=205016389008.

 Molano, A (2009), 30 años de construcción de paz en el Magdalena Medio, Bogotá: CINEP, Corporación Colombiana de Proyectos Sociales.

 PAS, Pensamiento y Acción Social (2014), La construcción de Paz desde los territorios, Recuperado de https://wwwpasorgco/construcciondepaz.

 Pécaut, D (1992), Guerrillas and Violence, En: Bergquist, C, Sánchez, G, & Peñaranda, R, Violence in Colombia: The Contemporary Crisis in Historical Perspective (pp, 214-240), Wilmington: SR Books.

Resultado
Estas acciones colectivas, gestadas desde la alianza entre Iglesia Católica y CASADEPAZ, han logrado establecer redes que se han adaptado a las dinámicas del contexto nacional, regional y local, atendiendo al objetivo de encontrar caminos de convivencia, combinando objetivos de desarrollo sostenible y concretándolos en la paz territorial gracias a la articulación entre la sociedad civil y las instituciones públicas, ya que se erigen como elementos fundamentales para la transformación del conflicto.