08. María: de la tristeza a la esperanza

OBSERVATORIO - CASOS - DIÓSESIS DE APARTADÓ

Lugar: Apartadó, Antioquia.
Modalidad: Memoria histórica.
Tipo: Estructural
Autores: Diócesis de Apartadó, Centro Integral de Escucha
Participantes: Centro Integral de Escucha y la señora María Esperanza Tuberquia
Otros: Ninguno.
Objetivo: El Centro Integral de Escucha (Sendas de amor), de la Diócesis de Apartadó, se presenta como un espacio de ayuda psicosocial, emocional y espiritual para los feligreses, y la comunidad en general, que deseen ser escuchados y acompañados en sus diferentes problemáticas. En este caso concreto, el Centro sirvió de soporte emocional y participe activo en la búsqueda de los restos óseos del esposo de la señora María quien desapareció y fuera asesinado en el año 2000 en la zona del Urabá antioqueño.
Timeline: Después de la firma del Acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP en el 2016
Duración 19 años
Descripción de la experiencia

El Informe Final de la Comisión de la Verdad (CEV), estima que el número de víctimas de desaparición forzada en Colombia está en 121768 personas entre 1985, cuando inicia en todo su furor la Guerra Sucia en el país, y el 2016, cuando se firma el Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc-EP (Informe Final de la Comisión de la Verdad, 2022); entendiéndose “desaparición forzada” como una violación, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, múltiple y compleja de los derechos humanos en donde existe una privación de la libertad, hay una intervención directa o aquiescencia de actores del Estado, y la negativa de reconocer la detención y de revelar el paradero de la persona desaparecida (Corte Interamericana de Derechos Humanos, Desaparición forzada, Cuadernillo No, 6, 2012).

Uno de esos casos en Colombia fue el esposo de la señora María Esperanza Tuberquia (protagonista de este caso) que desapareció en el año 2000 y es tan solo en el año 2005 que se le informa al padre de la víctima, desde terceras personas, el lugar donde está sepultado el cuerpo; este procedió a desenterrarlo, sin consultar o informar a ninguna autoridad estatal, y llevó los restos óseos hasta su casa en Apartadó; así, en una ceremonia improvisada, en el que fuera el sitio de residencia de la víctima, las piezas del cuerpo fueron “recompuestas” y se le ofrecieron oraciones y despedidas por parte de sus familiares; al día siguiente, el padre de la víctima informó a la Fiscalía de los hechos para que se llevaran el cuerpo; solo reciben noticias de los restos óseos hasta el año 2011 al hacerse un examen de ADN a uno de los hijos de la persona asesinada; del 2011 hasta el 2019, no tuvieron ninguna noticia de los resultados del examen.

Ya en el año 2019 la señora María se acercó al Centro Integral de Escucha de Apartadó para narrar el caso y solicitar ayuda en los trámites para la plena identificación de su esposo, en el marco de la constitución de la JEP, la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas; el caso se resolvió en diciembre de 2019 cuando la señora María y sus familiares logran sepultar los restos óseos y realizar el correspondiente duelo que para María significó: “un descanso pleno después de tantos años de búsqueda”.

Es tan solo, referenciando otros casos similares de búsqueda de personas desaparecidas, cuando se identifican los restos óseos de la persona asesinada que los familiares pueden hacer el correspondiente duelo y ubicar en un terreno concreto a su ser querido para rezarle y orar por su alma; en todas las ocasiones, es más traumático para los familiares seguir en la búsqueda, sin tener el paradero identificado de la víctima, que darle cristiana sepultura a la persona asesinada, esto lo podemos leer claramente en el testimonio de la señora María.

Fuentes.

 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Desaparición forzada, Cuadernillo No, 6, 2012.

 Informe Final de la Comisión de la Verdad, 2022.

Resultado
Identificación plena de los restos óseos del esposo de la señora María Esperanza Tuberquia, gracias al acompañmiento del Centro Integral de Escucha, y el posterior duelo que lograron hacer familiares y la señora María al poder sepultar a su esposo después de tantos años de búsqueda.