07. Arte de Camaleón

OBSERVATORIO - CASOS - DIÓSESIS DE APARTADÓ

07. Arte de Camaleón
Lugar: Apartadó, Antioquia.
Modalidad: Memoria histórica.
Tipo: Estructural
Autores: Comuna 1 de Apartadó
Participantes: Corporación Camaleón de Urabá
Otros: Ninguno.
Objetivo: A partir del arte y del teatro construir memoria histórica de los hechos violentos en la zona de Urabá.
Timeline: Después de la desmovilización de las AUC
Duración 17 años
Descripción de la experiencia

El uso del teatro (del griego: θέατρον, theátron, «lugar para contemplar») y de las artes en general para acompañar procesos de sanación interior y fortalecer relaciones comunitarias tiene una larga historia y se radica en los orígenes mismos del teatro en varias culturas (Schininà, 2011); los estudios de historia del teatro identifican los orígenes de este arte en una evolución de rituales mágicos relacionados con la caza, testimoniados por pinturas rupestres en varias zonas de Eurasia y África (Puga Rayo, 2012); estos ritos incluían música, danza y actuación de escenas de caza y progresivamente se transformaron en ceremonias dramáticas, donde se expresaban y reproducían los valores y principios espirituales a la base de la comunidad (Oliva & Torres, 2005, pp, 20- 25); desde las culturas neolíticas, la actuación de escenas de caza tiene que ver con la sanación colectiva del miedo y de la inseguridad (Schininà, 2011); el teatro tiene entonces en su origen una función de sanación colectiva y de reproducción y fortalecimiento de los valores comunitarios (Oliva y Torres, 2005).

El teatro griego evolucionó entonces de antiguos rituales religiosos (komos) en rituales de purificación colectiva, representados en forma de mitos donde se añadió la palabra y la actuación, a través de la mímesis, dando origen a la tragedia (Boal, 2009); en este proceso, el público pasó de ser “participante de un rito” a ser “espectador de una obra” (Puga Rayo, 2012); unos siglos después del nacimiento de la tragedia griega, surgió la comedia, con la función de sátira y crítica política y social: el nexo entre teatro y sanación (en la tragedia) y entre teatro y critica a comportamientos condenados por la moral dominante (en la comedia) aparece entonces muy claramente a los orígenes del teatro occidental y atraviesa la historia del teatro, llegando al siglo XX (Oliva y Torres, 2005).

Es así que, en la actualidad, surge el concepto del Teatro para la Reconciliación, que se fundamenta en este proceso de devolver los medios de producción artística al público, enfocándose específicamente en comunidades afectadas por conflictos (Miramonti, 2017, p,134); en donde iniciativas como el de la Corporación Camaleón de Urabá, busca, entonces, formas creativas para devolver la palabra a los que no han sido escuchados adentro del conflicto e involucrar a estas personas en la búsqueda de alternativas a las estigmatizaciones y en la construcción de una “narrativa plural e inclusiva” sobre el conflicto; como lo narra María Victoria Souza Gómez (protagonista de este caso), directora de la Corporación Cultural Camaleón de Urabá, “por teatro no entendemos solo actuación, montaje, dramaturgia, escenografía, etc, sino también un conjunto de prácticas creativas que rompen las demarcaciones clásicas entre las artes”.

En este contexto, María Victoria dice, “por reconciliación entendemos un proceso de cambio de un sujeto” que implica: 1) Reconciliarse consigo mismo: con su cuerpo, con su historia, con las máscaras sociales que el sujeto usa en su vida y con los eventos biográficos dolorosos que el sujeto identifica metafóricamente como sus “heridas” (Cohen, Gutiérrez & Walker, 2011; Oliva y Torres, 2005); 2) Reconciliarse con las personas con quien el sujeto vive: explorar y transformar conflictos y curar las “heridas” en las relaciones significativas del sujeto, por ejemplo, con familiares, colegas, un grupo armado, etc, (Miramonti, 2017, p, 136); 3) Reconciliarse con la sociedad y la historia en que el sujeto vive: transformar la relación con acontecimientos históricos recientes que afectaron su propia vida (por ejemplo: el desplazamiento, la participación en un conflicto armado, etc) y con expectativas sociales (por ejemplo: estereotipos de género, representaciones, etc) (Miramonti, 2017, p, 136; Cohen, Gutiérrez & Walker, 2011).

El Teatro para la Reconciliación, constituido por la Corporación Cultural Camaleón de Urabá, aborda estos tres aspectos de la reconciliación sinérgicamente y no uno tras otro; uno de los tres aspectos de la reconciliación siempre incluye los otros dos, la reconciliación que buscan, no puede ocurrir sin abordar holísticamente estos tres aspectos; además, “reconciliación” significa un proceso de “transformación de las relaciones” al mismo tiempo entre individuos y grupos y entre diferentes dimensiones que habitan el individuo, que las distintas culturas definen, por ejemplo, como: pulsiones inconscientes, espíritus, ancestros, etc; la reconciliación, en el caso concreto, no se limita, entonces, a la reconstrucción de relaciones interpersonales después del conflicto armado, sino también a la integración de las diferentes dimensiones que componen la interioridad de una persona, transformando y sanando su red de memorias incorporadas y aspiraciones; este presupuesto teórico pretende también romper la “demarcación rígida entre el yo y el otro” (Puga Rayo, 2012, p, 67) y reconocer el individuo como ósmosis constante entre interioridad e interacción social; más aún, la reconciliación no es solo un proceso entre seres vivos, sino también entre los vivos y las memorias de los muertos, y busca una reconciliación con las herencias incorporadas de los antepasados.

Por ello, la trayectoria de la Corporación Camaleón de Urabá refleja la sincronía que han podido establecer entre el contexto de violencia de la zona de Urabá y la resiliencia de los directores, artistas (muchos de ellos niños y jóvenes) y los pobladores en general de la Comuna 1 de Apartadó, en donde hacer Arte, para su directora María Victoria, significa ser parte de la solución a través de la creatividad, la libertad y el simbolismo del teatro; más exactamente, el arte es un mecanismo de reconciliación porque muestra y denuncia la tragedia, pero crea memoria histórica al resaltar a las víctimas, al cuestionar a los victimarios y al exigir a los actores armados el cese de hostilidades, desapariciones y asesinatos; para la Corporación Camaleón, el trabajo mancomunado que se ha hecho con la Diócesis y los CIE, en materia psicosocial y espiritual, ha sido fundamental para reconstruir el tejido social y coadyuvar en la resiliencia de los pobladores que han sufrido situaciones traumáticas.

Lo anterior permite vislumbrar que el proceso artístico posee esa naturaleza dialéctica: “surge de la experiencia humana y después da forma, expresión y significado a esa experiencia” (Lederach, 2016, p, 84) que, a través del teatro, permite compartir herramientas que debiliten los odios e imaginen enfrentar los nuevos conflictos de manera distinta, donde la violencia no tenga cabida; es así, que la Corporación Camaleón, mediante el teatro, permite abrir espacios donde los distintos actores llegan con mayor facilidad, potenciando relaciones con miradas y pensamientos más colectivos; se trata no solo de entender las causas de la violencia, sino de creer en la posibilidad de un cambio a través de la creatividad para poder escapar de ese ciclo; se trata de vislumbrar un mundo más allá del conflicto y la desigualdad, donde también podamos convivir (Tovar, 2015); Camaleón crea metodológicamente estrategias que permitan la inclusión de personas que, estando involucradas en el conflicto armado o en el margen de este, logran crear, movilizar, construir, soñar, curar, transformar, descubrir, reconciliar, tejer memoria histórica y establecer nuevas relaciones.

Fuentes.

 Boal, A (2009),Teatro del Oprimido, Teoría y Práctica, España: Alba Editorial.

 Cohen, C, Gutiérrez, R & Walker, P (ed) (2011), Acting Together: Performance and the Creative Transformation of Conflict, EUA: New Village Press.

 Lederach, J P (2016), La Imaginación Moral, Bogotá: Semana.

 Miramonti, A (2017), Sanación y Transformación a través del Arte: El Teatro para la Reconciliación, Panel Escena, 131-145.

 Oliva, C, & Torres, F (2005), Historia Básica Del Arte Escénico, Catedra Ediciones.

 Puga Rayo, I (2012),Teatro del Oprimido: dispositivo crítico para la Psicología Social Comunitaria, Revista Sociedad y Equidad, (3) doi:10 5354/0718-9990 2012 18251.

 Schininà, G(2011), Social Theatre, Community Mobilization and Sensitization after Disasters: the IOM Experience in Haiti after January 2010’s Earthquake, The Journal of Applied Theatre and Performance, 12 (1), 47-54.

 Tovar, P (2015), Una reflexión sobre la violencia y la construcción de paz desde el teatro y el arte, Universitas Humanística, 54-70, Recuperado de: https://revistas javeriana edu co/index php/univhumanistica/article/view/7589/1007 9.

Resultado
El Teatro para la Reconciliación, conformado por la Corporación Camaleón de Urabá, pretende construir un mosaico de relatos, en búsqueda de una memoria histórica compartida del conflicto armado; para lograr este objetivo busca atravesar las barreras sociales como la estigmatización o discriminación, fortaleciendo una comunicación empática entre grupos sociales que a menudo viven en condiciones de recíproca segregación; en particular, este enfoque pretende establecer enlaces de comunicación profundos con los grupos sociales que no conocen personalmente a los protagonistas de un conflicto y que en muchos casos adoptan criterios de juicio sobre el conflicto.